MALDITA PANDEMIA

octubre 17th, 2020
«La dama enmascarillada»

Mientras estábamos en pleno confinamiento vi la película surcoreana Parásitos, dirigida por Bong Joon-ho. En ella la familia Kim, que vive en un pequeño apartamento en un semisótano y se ganan la vida con trabajos temporales mal pagados, después de haber conseguido colocarse todos como empleados en casa de la rica familia Park, gracias a un estudiado plan lleno de mentiras y marrullerías, cuando ya se ven felices en su nuevo estatus,  durante un  día lluvioso  y lleno de imprevistos, se les empieza a complicar todo y salir mal. Después de una serie de peripecias que los dejan exhaustos, pero confiados en que se habían salvado de ser descubiertos, cuando vuelven a su casa empapados por la lluvia, se la encuentran inundada por las aguas residuales que no han podido contener las alcantarillas debido al diluvio. Esa noche la tienen que pasar en un polideportivo junto a todos sus vecinos. En ese momento el hijo le pregunta al padre:

-Y ahora, ¿cuál es el plan?-. El padre cabizbajo le responde:

-¿Qué plan? El único plan es que no hay plan. ¿Sabes por qué? Si haces un plan, la vida nunca funciona así. Mira a nuestro alrededor. ¿Acaso pensaron esta gente en, «Pasemos la noche en un gimnasio»? Pero mira ahora. Todos están durmiendo en el suelo, nosotros incluidos. ¿Sabes qué tipo de plan nunca falla? El no tener ningún plan. 

Ya sé que es una versión libre, pero es la versión de lo que en esos momentos la película me estaba diciendo directamente a mi, agazapada en mi cama, con todos mi vida patas arriba, sin poder hacer nada por culpa de esta maldita pandemia.

Coronando la cima del Toumalet

En una sociedad tan adicta a la hiperactividad, a la constante búsqueda de emociones y la necesidad de ir acumulando experiencias una tras otra, de pronto cada uno, con sus propios condicionantes y miedos tenía que aislarse en su cubículo, sin saber exactamente como reaccionar, extrañados y desubicados frente a un enemigo invisible. 

«Asfixia«

Conocimos la asfixia de tener que restringir nuestros movimientos, la de perder la espontaneidad en las muestras de afecto, la de la responsabilidad de no contagiarte para no contagiar, la de que la soledad se haya vuelto más soledad, la de no saber qué será de nuestro futuro. La del miedo a que te manipulen y a perder la libertad. La de no saber cuándo esto terminará.

«La fuerza interior»

Durante el confinamiento, para mantener la calma, muchas veces me repetía a mi misma: No pienses demasiado, déjate fluir. Blíndate ante tanto ruido y crispación. Asume lo poco que sabes, escucha las voces adecuadas, ejercita la paciencia para no discutir estupideces y teorías delirantes, no te dejes arrastrar. Olvida tu individualismo, ahora toca hacer las cosas bien.

 La cínica que llevo dentro me contestaba:

-¡Qué fácil es teorizar!

«Pajareras Fase 1»

Justo antes del confinamiento los pajareros pegados a sus prismáticos, habían estado siguiendo los pasos migratorios de bandadas de grullas, que con su incesante trompeteo, abandonaban la península para criar en las tierras del norte. La naturaleza siempre sigue sus ciclos y este año, lejos de sus ojos, los somormujos practicaron sus ritos nupciales. Cuando finalmente pudieron volver a disfrutar de ese placer tan íntimo de observar pájaros, más allá de los que pasaban enfrente de sus ventanas, los pollos ya estaban crecidos.

«Pajareras Fase 2»

Ahora ya están volviendo las grullas a sus zonas de invernada, pero para nosotros parece que ha pasado un siglo.

Esta maldita pandemia va a durar más de lo que teníamos pensado. Hemos normalizado las mascarillas, el hidrogel y la distancia social. Nos perimetran y nos restringen los horarios pero los contagios no dejan de aumentar. Mientras el cansancio y la preocupación van haciendo mella.

«Arroz blanco»

Durante el tiempo que las grullas iban y venían, hemos oído a los políticos montones de veces decir que con la pandemia nadie se iba a quedar atrás, pero ahora que estamos en plena segunda ola, ya hace tiempo que sabemos que eso no es verdad, que muchos no entramos dentro del cuadradito de ningún formulario, que nos toca salvarnos solitos como buenamente podamos.

«Arroz blanco»

Hace ocho años hice esta foto. En esa época la marea blanca, la verde, la roja, la naranja se echaba a la calle en protesta por los recortes públicos y las privatizaciones. Se titula «Ninja herida por los recortes»

De esos lodos vienen estos barros y ahora la película se podría titular

«La violinista del Titanic»

Por suerte para mi, al menos me quedan los pájaros. Levantar la vista al cielo y maravillarme mientras me pregunto:

-¿Qué se sentirá al volar?

«La violinista del Titanic»

CONFITADA

mayo 11th, 2020

De pronto, un día te levantas y un enemigo silencioso e invisible, que no sabe de fronteras, razas ni religiones, ha vaciado las calles. Mientras las UCIS de los hospitales se colapsan, lo único que puedes hacer es quedarte en casa y lavarte todo el rato las manos. Quién te iba a decir que algún día nos llamarían héroes por estar encerrados en pijama. 


«Confitados«

En todos los noticiarios se habla sobre la España de los balcones que todos los días sale a aplaudir a los que con su esfuerzo y en precario están dando la batalla en la primera línea contra el virus. Pero yo vivo en un piso interior. No veo la luna ni las estrellas y sólo puedo sentir sobre mi piel los rayos del sol cuando de 3:30 a 4:30 entran por la ventana de mi habitación.

Tampoco veo ni escucho pájaros, aparte de las fotos que recibo por el whatsapp, y por la información que me llega del mundo exterior la raza humana es prescindible para que la vida siga y la naturaleza se regenera gracias a tenernos fuera de juego.

«Pajareros en cuarentena»

Muchas veces antes había pasado periodos recluida en mi mundo para poder crear. Ahora pienso que es una ventaja saber estar entretenida con una misma.

Se suceden las prórrogas y pierdo trabajos remunerados. Me da miedo lo que me voy a encontrar cuando pueda salir de aquí. Fallece un amigo por el virus. El quinto que se me muere al lo largo de un año antes de llegar a los sesenta. Los recuerdos de los que se han ido, la enfermedad y la muerte rondan por mi cabeza. Hay momentos que piensas que se han olvidado de ti y te dan ganas de salir a la ventana para gritar:

-Hola, estoy aquí, confitada, ¡sálvenme!

A veces es mejor no pensar, simplemente estar.

Debemos mantener la distancia social. Desinfectar y desinfectar. De pronto la vida se ha vuelto un baile de mascarillas y guantes de látex.

«Baile de mascarillas»

Comienza la desescalada y se habla sobre «la nueva normalidad» y yo me pregunto si habremos aprendido que seremos cada vez más vulnerables si no cuidamos la biodiversidad del planeta, que sus recursos son limitados y la globalización no es sólo el tráfico de mercancías. Que hay que proteger los servicios públicos que son los que al final nos salvan, que hay más vida más allá del consumismo. Que es el trabajo de los creadores lo que no nos hace volar lejos de nuestras jaulas y nuestra más fiel compañía. Que a veces es bueno pararse a pensar qué es lo realmente importante y de verdad queremos.

¿O la «nueva normalidad» será lo de siempre, sólo que más en precario?

(«El capital te culea» es parte de la obra de la artista mexicana Teresa Margolles)

(Este post está dedicado a Adolfo, Sonia, Teresa, Concha y Luismi. Queridos amigos, estéis dónde estéis siempre llevaré vuestro recuerdo en mi corazón)

SHIVA EN OCCIDENTE

abril 14th, 2020

LA FAMILIA DE TIO PACO / MAKING OFF

noviembre 15th, 2016


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«Tío Paco se ha hecho trans II»

El día que llegué a casa de Asier Tartás  para conocer sus máscaras, hacía tiempo que le daba vueltas a una idea para una foto, así que cuando tuve la de tío Paco entre mis manos lo vi: sería ella la que me ayudaría a contar la historia de un personaje ya entrado en años que un día se pone el mundo por montera y se decide a ser lo que siempre había soñado.

Mientras seguía perfilándolo en mi imaginación, fui de viaje a Cádiz. No sé si fue culpa de un tinto de verano en la Caleta, el cazón, un concierto en el puerto, el cruzarme con un par de chirigotas, el vestido rojo que me compré para pasear al atardecer o porque sus playas guardan los mejores recuerdos de mi infancia, se fue aflamencando.

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«Las gemelas»

Para que tío Paco fuese tío necesitaba unas sobrinas, así que el día que volví a casa de Asier también le pedí prestada una máscara de rostro neutro y equilibrado, sin ninguna expresión en particular ni representar ninguna individualidad, como las que utilizaba el maestro Jacques Lecoq como elemento básico de su método de formación de actores en el lenguaje del gesto.

Jaques Lecoq decía que “La máscara no es sólo un objeto, es la disposición a expulsar la personalidad fuera del cuerpo y permitir que un espíritu tome posesión de ella.”

Después de visto el resultado con las gemelas me pregunto si los espíritus que me poseyeron fueron los de un par de marcianas.

Con las fotos ya hechas, Asier me explicó que la máscara neutra que había elegido era la masculina, así que, sin pretenderlo, las gemelas también me salieron transgénero.
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«Máscaras de Asier Tartás«

Antes de irme de casa de Asier, me enseñó otras dos máscaras expresivas y me dijo que también me las llevara. Abrí mucho los ojos e inhalé profundamente.

-¿Sabes que me metes en un lío?

-Es que quiero ver que te sale- y me explicó cómo debía incorporar a las medias máscaras el movimiento de la mandíbula.

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«Gorrión»

 Mientras ensayaba con la de Gorrión aprovechaba para hacerle videos de “motruos” para mi sobrinita de tres años y esa máscara que cuyo destino natural hubiese sido representar algún capricho de Goya, se fue llenando de colores e impregnándose de la inocencia de un niño. Si al final a tío Paco le había crecido la familia, Gorrión sería ese personaje que hay en todas un poco loquito y a medio cocer.

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Con la cuarta máscara no se me ocurría nada, hasta que recordé las palabras de Asier:

-Deja que sea ella la que te hable.

Así lo hice y me dijo:

-Tío Paco te ha salido muy flamenco y necesita un guitarrista, en concreto al Niño de Tarifa, un servidor, el padre de Gorrión.

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A pesar de que todas las máscaras fuesen de diferentes familias había conseguido que fueran una y ahora me quedaba reunirla. El cuerpo me pedía salir al aire libre, colores de otoño y luz natural, mi economía, que pudiera llegar en metro yo sola cargada con todos mis bártulos. Encontré ese lugar perfecto en el patio trasero de la Factoría de Papel, en el corazón de Lavapiés.

Manolo y Cristina hicieron por mi justo lo que necesitaba para estar relajada y no perder la concentración: no hacerme caso. Dejarme ir y venir, algunas veces de tío Paco, otras de gemela o el niño de Tarifa, sin levantar la mirada de sus respectivas ocupaciones. En el caso de Gorrión fue diferente: Cristina no pudo evitar que se le escapara una sonrisilla 🙂

Nadie se puede imaginar la ilusión que me hizo ver finalmente la foto de tío Paco, orgulloso y flamenco, con toda su familia de frikis apoyando.

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El día que le pedí a Manolo el patio me enseñó un tronco y me contó que lo había puesto en ese rincón Chema Madoz y apareció un brillo en mis ojos.

Vestida de Gorrión de pronto el personaje se me escapó, no pude detenerlo y se portó fatal:

Es lo que tienen los loquitos de la familia: siempre se toman licencias y profanan a los maestros sin pudor.

FIN

LAS CHICAS SE DIVIERTEN

abril 18th, 2015


 

THE CEBRITIES

«The Cebrities»

Después de 4 semanas y 280 mensajes en el grupo de Whatsapp que comparten Pinky Spring, Freuda, Candela Flame, Pajarito y Wanda Matsuka, al fin pudieron cuadrar y hacer una quedada de amigas. Candela Flame es representante de artistas y tenía entradas para el concierto de The Cebrities, un grupo de música soul que les encantaba a todas.

Desde hacía un tiempo Pinky Spring, tenía un lío con uno al que llamaba Huracán. De vez en cuando aparecía por su casa, lanza en ristre. Lo que ocurría a continuación era algo parecido al paso de un ciclón.

Cuando se iba, de la misma manera que había venido, Pinky emergía toda despeinada, en medio del silencio, con la misma cara que ponen los personajes de las películas de catástrofes cuando ven alejarse un tornado, y se encendía un pitillo. Cuando sabía que iba a venir se preparaba: hacía estiramientos y ejercicios de precalentamiento. Mejor que la pillara con los músculos calientes, no fuera a ser que le diera una rampa en medio del vendaval.

Pinky Spring Hace gimnasia ©Tola Castillo

«Pinky Spring hace gimnasia»

El día anterior al que había quedado con sus amigas, se le ocurrió llamarlo para quedar a tomar un café.

-Me exiges demasiado, los estajanovistas nunca tenemos tiempo para hacer nada de ese estilo…

Cuando Pinky colgó, lo primero que hizo fue consultar la Wikipedia. Después de enterarse qué coño quería decir aquel palabro, se le pusieron los ojos oblicuos. Masculló para sus adentros:

-Entiendo…

Mar de fondo_Tola Castillo

El resto de sus amigas tampoco es que estuvieran muy finas:

Wanda Matsuka se había apuntado a una página de internet donde se conoce gente, pero le daba pereza. Se había pasado tantos años contestando mensajes como animadora en una hot line, que ahora lo de chatear le hacía tener la sensación de estar trabajando. Acostumbrada a mentir, no sabía ser ella. De pronto tenía que hacerse preguntas para las que no les encontraba una respuesta que quisiese compartir con un desconocido, sólo complejas.

Pajarito, que siempre había sido un espíritu libre, de emigrar los inviernos a Goa y perseguir la inspiración, ahora le preocupaba qué iba a ser de ella en su futuro inmediato.

La custodia compartida y las actividades extra escolares, hacía que la hija de Freuda tuviese una agenda tan complicada como la suya: la de alguien que  si no se mantenía en alto,  su empresa le darían zapato. Los fines de semana que estaba libre se apuntaba a talleres de mindfulness y coaching. Salía de allí convencida:

-Yo si puedo-. Le duraba hasta la mitad de semana.

Candela Flame estaba hasta el moño de pelearse con acreedores y por conseguir nuevos contratos para poder mantener abierto su chiringuito. También había empezado a tener sofocos y sudores. Las noches se le habían vuelto toledanas.

«Momento selfie»

The Cebrities lo dieron todo en el escenario y las amigas se rindieron a ellas. Bailaron, las corearon y se rieron.

Cuando ya se quedó la sala medio vacía, se fueron a la barra que atendía Robert, su camarero favorito, que les preparó unos gin tonics buenísimos, con ese ingrediente especial que se llama cariño.

Allí las cinco se pusieron al día. Compartieron confidencias, anécdotas y chismes suculentos. Por un rato Pinky Spring dejó de preguntarse por qué siempre le pasaban cosas absurdas con los hombres y Pajarito no pensó en el dinero. Wanda Matsuka interactuó en el mundo real, oyó su propia voz e intercambió miraditas y sonrisas con un mocetón bien plantado. Candela Flame recuperó su humor socarrón y expansivo, y Freuda se llevó para casa una buena dosis de terapia de la risa.

Como ya eran cenicientas de cierta edad, se retiraron a una hora discreta y ninguna perdió un zapato.


Pinky Spring interactiva

«Pinky Spring interactiva»

Al día siguiente Pinky Spring compartió la selfie que se habían hecho en las redes sociales. 48 le dieron al “me gusta”. Uno, que debía de estar fumado, consideraba que aquello era un fotón. En la mayoría de los mensajes comentaban lo bien que se lo montaban y lo divertidas que eran sus vidas.

Cuando los leían, las protagonistas de la foto se decían para sus adentros:

-Sí, sí, seguro. Todo el día ju,ju, ja,ja.

FIN

 

«Copas a la cabeza»

EXILIOS

diciembre 9th, 2014


Rumbo exilio

Rumbo exilio

La historia de mi familia comenzó cuando mi tátara tátara abuelo, un maestro anarquista, en el puerto de Valencia se subió a un barco para marcharse al exilio. Desde la cubierta, y antes de que zarpara, se despidió con un “Adiós España puta” y su madre le contestó “Calla, calla, alma roín”. El dinero para el viaje le dio para llegar hasta el puerto de Valparaíso y se quedó en Chile, un país largo y flaco, una cadena de montañas y volcanes con balcón al mar. Sus ideales nunca fueron abandonados por su familia y generaciones después, a los descendientes del que se quedó para siempre con el nombre del Almaroín, les volvió a tocar hacer las maletas y salir por piernas. Un 11 de Septiembre bombardearon el palacio presidencial de la Moneda, el mono loco y belicoso del que también procedemos, se hizo rey. Hermanos mataron a hermanos. Las calles de tiñeron de sangre y terror. Asesinaron la democracia, el sueño de un Chile mejor. Truncaron el destino de muchas vidas. Ese día empezó la diáspora. Cada uno tomó diferente camino,  rumbo a su propia Destierrolandia.

No me hallo

No me hallo

Desde la cubierta de otro barco, fue la ciudad de Valparaíso la que se fue haciendo cada vez más chiquita hasta desaparecer y que sólo hubiera mar. Mi hermana, nerviosa y preocupada, quería irse pronto al camarote, antes de que llegara la hora del toque de queda.

–No te preocupes- le dije apretando su mano– ya no hay que tener miedo.

Mi madre había abandonado antes el país y desde España me había mandado una postal con Copito De Nieve, el gran gorila blanco del zoo de Barcelona. Con la inocencia de una niña con medio metro de altura, para mi el destino del viaje era ir a conocerlo. El día que barco atracó frente a las Ramblas, me vestí elegante con un abrigo de peluche que me llegaba hasta el suelo, adornado con un broche rojo en forma de flor. Pasito a pasito arrastrando una maleta me fui internando por la callejuelas de mi nueva patria. Como diría Fernando Arrabal, a partir de ese momento sería extranjera, ciudadana de Extranja.

Chilenos en el Escorial

Chilenos en el Escorial

Nos instalamos en un pueblo de la sierra de Madrid y allí fueron llegando otros náufragos, en su mayoría artistas, y formamos una pequeña colonia. No sé cuanto tiempo tardamos en deshacer las maletas, convencidos que estábamos de paso, pero la espera se hizo larga y llegó un momento que no hubo más remedio que hacerlo. Siempre con un ojo puesto en ultramar, en ese país que dolía y a la vez se añoraba. Poco a poco todos se fueron yendo, algunos para cambiar de país, otros para emprender el camino de vuelta.
“Un pañuelo de silencio a la hora de partir” dice una sevillana. Cuántos adioses. Cuántos pañuelos empapados con tantas lágrimas como los kilómetros que te iban a separar de la gente a la que querías. De tu familia, la natural y la adoptiva. Con el alma encogida, acostumbrarse a que estuvieran lejos. Demasiado lejos.

El hombre árbol y su mejor amigo.

El hombre árbol y su mejor amigo.

Mi madre siempre conservó allí la casa que había construido mi abuelo con sus manos. Aguantó con estoicismo todo tipo de penurias antes de venderla. Dos meses antes de su regreso definitivo falleció. Las plantas que había plantado en su jardín siguieron floreciendo en primavera. No me pude despedir de mi padre. Tampoco conozco su tumba. Mi luto fue una contractura dolorosa como una puñalada que me dejó un brazo inútil durante seis  meses, hasta que una acupuntora consiguió que lo pudiera llorar.

“No soy más que un naipe cuya baraja se ha perdido” Resuenan en mi mente los versos de Cernuda.

El poeta

El poeta

 

También hay otros exilios: el interior que sufrieron los que se quedaron, condenados al ostracismo y al miedo. A resistir en silencio.

El económico que te obliga a abandonar tu país porque allí no hay un lugar para ti que te permita tener una vida digna y sobrevivir.

El de la familia, el primer lugar al que pertenecemos, de apego y referencia, que te debería dar seguridad y protección, también puede ser una tierra hostil sembrada de minas. No hay exilios voluntarios, siempre hay heridas que quedan. El dolor de lo que te falta.

Hombre árbol

Hombre árbol

 

Yo siempre he dicho que el Chile al que pertenezco es un Chile imaginario, construido con los recuerdos y los relatos de mis mayores. Los mismos que en la España donde estaba nuestro hogar, nunca arraigaron. Hasta que apareció Facebook no había visto los rostros de los componentes de mi familia. Ahora tengo un montón de ciber primos diseminados por el mundo y veo crecer a mi sobrina por el Skype.

Aquí soy de allí y allí soy una extraña. Un árbol con las raíces al aire, identidades yuxtapuestas y ninguna definida. Una sudamericana sudeuropea. Una sudaka sudeuraka. Tal vez sólo doble sur.

Entre los que les tocó un destino parecido al mío, cuántas veces he oído eso de “no me hallo”. «No me encuentro». “Sur o no sur”. Mientras se embarcan en un ir y venir preguntándose de dónde son, buscando ese lugar que lo tenga todo y los haga sentir completos.

Hay patrias que sólo son metafísicas. Arcadias perdidas.

FIN

The Hopperetes_Tola Castillo

 

 

PD: Las fotos del «Hombre árbol» fueron hechas con la ayuda de mi hermana Camila y las del «Poeta» con las de mi prima Marcela Castillo. Todo en familia 🙂

PD1: Este post está dedicado a mi familia y nuestra historia. Son las palabras que más me han costado escribir.

PD2: Alma roín no está mal escrito. Así fue como lo dijo la madre de mi tatara tatara abuelo.

PD3: «Sur o no Sur» es el título de una canción de Kevin Johansen.

PD4: Lo de que Chile es un país con balcón al mar se lo he robado a un poeta pero no sé a cual.

PD5: Cernuda, poeta español, se tuvo que exiliar en Francia durante la Guerra Civil y allí murió.

 

 

 

DESAMOR 2.0

septiembre 10th, 2014


El día que me di cuenta lo que las nuevas tecnologías digitales habían hecho cambiar nuestras vidas, fue uno que estaba en un cafetería de altos ventanales cuando me sorprendieron cantos de pajaritos que venían desde distintos puntos sin cesar. Me quedé extrañada mirando los árboles porque aún no había llegado la primavera y no comprendía tanto revuelo, hasta que me di cuenta que esos sonidos procedían de diferentes aparatos móviles distribuidos por la sala al recibir un WhatsApp.

NOMOFOBICAS

NOMOFOBICAS

Parte de nuestra memoria se ha vuelto electrónica y ya no hacemos tantas descripciones, ni nuestros contertulios tienen que usar la imaginación para visualizar, sacamos nuestro aparatito e ilustramos nuestras conversaciones con fotos. Vivimos experiencias para fotografiarlas y compartirlas. Miramos por una cámara, otras nos miran y exponemos esas imágenes a los ojos de otros. Mirar sin vergüenza ni ocultarnos, en un juego de espejos de una realidad mejorada, con filtro, en la que a veces el que más se exhibe es el que más oculta.

En nuestros teléfonos guardamos cantidad de información privada, incluso cosas que hemos olvidado, y se han convertido en una extensión de nuestro ser. Existe la nomofobia, ese miedo irracional a salir de casa sin el móvil. Sentir ansiedad y aislamiento cuando se pierde, se le agota la batería, el crédito o no tiene cobertura.

SIN COBERTURA

SIN COBERTURA

Pero ya no los usamos tanto para hablar. Los novios quedan menos en los parques, si no en el chat. La palabra escrita es más desinhibida, da tiempo a pensar. También más traicionera. Carece de entonación, de las expresiones no verbales, lo que dicen las miradas, y se presta a más libre interpretación. En esos mares navega ahora Cupido. En la emoción que se siente cuando esos trinos anuncian un mensaje lleno de palabras encendidas, en las contestaciones en las que pones toda tu arte y picardía, en la palpitación expectante del corazón cuando lees en tu pantalla que te “está escribiendo”.

En los momentos que te gustaría gritar al mundo lo que estás pensando, pero en vez de eso compartes, en ese patio de corrala que es el Facebook, un video de Kevin Johansen que lo hace por ti:

-No digas maybe, dale baby. No digas quizás…

Con la esperanza de que lo vea y pille el mensaje. Y sí, “le gusta”.

En el chisporroteo cuando te llega su respuesta por privado y dice “voy”.

Pero un día llega el desamor. Los mensajes escritos de madrugada. Un bolero.

OLA KE ASE

OLA KE ASE

De pronto descubres toda la huella digital que ha dejado en tu vida. Sus mail, los mensajes privados o en el Whatshapp, las fotos guardadas en tu móvil, en tus álbumes. Te lo vuelves a encontrar por el Facebook, el Twitter, Instagram o el Vine. Recordar. Volver a pasar por el corazón. Que tire la primera piedra el que no haya cedido a la tentación de pinchar en algún perfil y humear.

Sabes por fotos de su muro las posibilidades que has tenido de coincidir. Por el ángulo del que están hechas, los metros que os han separado para poder comprobar lo que dice la piel a una distancia que se pueda tocar.

Borras, encarpetas, ocultas, bloqueas. De vez en cuando te da la ventolera y das señales de vida a ver si el pajarito vuelve a cantar. Otras, sin pretenderlo, se te revienta una tripa cuando no te deja de saltar en cada una de tus diferentes pantallas una foto de un cumpleaños, en la que están etiquetados la mitad de tus amigos, cada vez que alguien le da al “me gusta”, en la que está compartiendo la tarta con otra. A pesar del tamborileo de los dedos, contenerte y tragarte las letras.

Ahora se habla mucho sobre el derecho al olvido. También está ese otro derecho al olvido en la era del desamor 2.0.

THE CEBRITIES

THE CEBRITIES

 

 

 

 

 

TOLA CASTILLO EN WWW.CALAMAR2.COM

julio 18th, 2014


 

Textos y fotografías de Tola Castillo publicadas en www.Calamar2

Textos y fotografías de Tola Castillo publicadas en www.Calamar2

 

Desde el mes de enero del 2014 hasta julio de este mismo año  he estado colaborando con la web de periodismo social y medio ambiental que capitanean el fotoperiodista Pedro Armestre y la periodista Susana Hidalgo www.calamar2.com en la sección  de “LOS MARES DE TOLA” . Con ellos he publicado 12 historias, reflexiones atemporales sobre lo divino y lo humano ilustradas con mis fotos. Algunas de estas historias ya las había bocetado antes en este blog, pero les he dado un giro distinto, centrándome más en temas concretos, al igual que las fotos que los acompañan.

Tola Castillo en Calamar2

Tola Castillo en Calamar2

El primer post que publiqué con ellos fue sobre “ALTER EGOS”  una excusa, como primer contacto, para explicar en qué consistía mi forma de trabajar mutándome en diferentes personajes, el uso que hacen de ellos los artistas y esos otros con los que jugamos a tener otra identidad en las redes.

También el tema de la crisis tuvo su espacio, el por qué la gente se echa a la calle a protestar y la ley Mordaza con la que nos quieren callar en el post titulado “VER, OIR, GRITAR” .

En la “LA LEYENDA DE LOS DOS LOBOS”  hice una re interpretación de una antigua fábula sobre la luchas internas que sufrimos los humanos entre el bien y el mal. La destrucción del medio ambiente o su conservación. Otros seres que me he llevado de paseo a Calamar2 han sido esos enigmáticos animalitos de compañía a los que se asemejan a algunas personas, y que por las noches se vuelven pardos: “PERSONALIDAD GATO”, el más pop y colorido de todos los post.

El rojo y una operadora de una hot line fueron los protagonista de WANDA ESTÁ EN LÍNEA” , y la excusa para hablar sobre sexo, deseo y creatividad.

Pero mi post favorito por su estética, y porque hacer sus fotos me permitieron volver a la infancia y los cómics de la Marvel, fue  “¿QUIÉN NO HA SOÑADO CON SER UN SUPER HÉROE O UNA SUPER HEROÍNA?”

Tola Castillo en Calamar2

Tola Castillo en Calamar2

El siguiente título: “COMAMOS Y BEBAMOS” . El más personal de todos: un canto al placer de comer, la cocina como forma de expresar cariño y compartir el plato de integrarse en un país.

También he hablado sobre la emigración digital, el mundo de los blogs, las webs y su relación con las redes sociales en “LA DIOSA ARROBA”.

No ha faltado una historia de amor, una de esas que se escurren entre los dedos por pudor y falta de ocasión, en “LA MODELO Y EL DIBUJANTE”. Ni sobre la subjetividad del mundo de las emociones, los patrones de personalidad (enetipos), las luchas internas y la búsqueda del equilibrio en “MAREJADAS, MAREJADILLAS, EMOCIONES” .

Pero también ha habido payasos y bufones para hablar sobre el humor, el arte de la comedia y el poder curativo de una buena carcajada, en “POR FAVOR RÍASE, ES GRATIS”. 

Lo último que he publicado que publicado con ellos ha sido un análisis de cómo han cambiado las formas de relacionarnos con las nuevas tecnologías digitales, la nomofobia, la huella digital y el derecho al olvido en la era del “DESAMOR  2.0”. 

Hasta aquí ha sido todo. Sólo me queda expresar mi agradecimiento a Pedro y Susana por haberme dado la oportunidad  de compartir mis fotos e historias en su espacio y que lleguen a más gente:

¡GRACIAS CALAMARES!

Ya sólo me queda decirles que si quieren relajar su mente y perderse en otros mundos, sírvanse algo fresquito y naveguen por los mares de Tola. Lo pasaran bien. Les deseo un feliz viaje.

Tola Castillo en Calamar2

Tola Castillo en Calamar2

 

 

 

POR FAVOR RÍASE, ES GRATIS.

junio 29th, 2014


-Aquí hay mucho payaso, pero sólo uno cobrando- me dijo una vez Kim con tono de sarcasmo, mientras nos tomábamos una copa de cava con los compañeros para celebrar la Navidad. Era un hombre bajito, de aspecto anodino, serio y reservado.   Yo le tenía mucho respeto y le reí el chiste con cara de niña pequeña: él si que era un verdadero payaso Payasa con zapatos de Prada       Durante el mes que estuve trabajando en el circo nunca le vi fallar. Reconcentrado detrás de las cortinas de terciopelo que lo separaban de la pista, con la cara pintada, su nariz roja y sus zapatones, cuando se abrían, se transformaba. Se dice que la importancia de la entrada del payaso no es sólo una cuestión de técnica de comediante, si no que de ella depende la autoridad con la que se establece ante su público. En esos momentos Kim se crecía. Sus movimientos se volvían amplios y precisos, desplegaba la sonrisa, se le iluminaban los ojos y la voz se le aflautaba volviéndose tierna y divertida. Kim era el hilo conductor de toda la función. Al principio no le prestaba mucha atención, pero después de verlo durante tres representaciones diarias hacer todas sus entradas con esa misma energía, cómo manejaba los tiempos para pillar al público de sorpresa, los hacía participar y llenaba el circo de risas, a pesar del despliegue físico que todo eso le exigía, parecer siempre fresco y hacerme reír incluso a mi con los mismos chistes y parodias, hacían que me sacara ante él el sombrero. En una tertulia de guión oí una vez a alguien decir que la tragedia es para los que sienten y la comedia para los que piensan. Tiene su lógica porque lo primero que te exige es tener distancia, disociar para ver la realidad desde su lado cómico, risueño o ridículo. Percibir los contrastes, los sinsentidos, la relatividad de las cosas, lo serio de lo tonto y lo tonto de lo serio, contravenir valores y crear combinaciones capaces de sorprender y darle una interpretación distinta a las cosas. Muchas veces la comedia sirve para señalar nuestros vicios, defectos y debilidades, consolarnos de lo que somos, pero también para reafirmarnos como seres humanos capaces de superar todo lo que nos acontece por muy absurdo que sea. Payasa con zapatos de Prada 2 El humor nos permite darle la vuelta a las situaciones, reírnos de las tristezas y las injusticias, exorcizar las frustraciones, romper las reglas y escaparse por un momento del orden establecido. La risa es un acto liberador. El humor también nos hace reflexionar cuando ejerce una función crítica, de denuncia y corrosivo social. En muchos momentos de la historia el humor ha sido una forma de decir verdades y burlar a la censura. Aunque los poderosos también necesitan de quién les haga de espejo, por eso en la Edad Media existían los bufones. Personajes ridículos y grotescos dotados de ingenio encargados de divertir a la corte, que tenían el especial privilegio de decir lo que a nadie le estaba permitido, o reírse de quien nadie se atrevía. Payasa autista Decía Quevedo: «Costumbre antigua de príncipes, tener cerca de sí locos para su entretenimiento. Quizá permisión de Dios, para que si los cuerdos no les dijeren las verdades, se las digan los locos para su advertimiento y para confusión de los otros».El humor también es un método curativo porque cuando podemos reírnos de algo es cuando comenzamos a superarlo. Ayuda a resolver conflictos y, bien usado, promueve la tolerancia. Una buena carcajada fortalece el sistema inmunológico, reduce las hormonas que pueden causar tensiones, libera las placenteras y es un contraveneno espiritual. La explosión de carcajadas aporta vitalidad, energía e incrementa la actividad cerebral. Así que si encuentra algún motivo para hacerlo, ríase con ganas y siga este consejo de un lama: «La risa abre tu corazón y apacigua tu alma. Nadie debería tomarse la vida tan en serio como para olvidar reírse de sí mismo.» Encuentre a su propio payaso atrapado en un espejo. Haga ju,ju,ja,ja.     Payasa atrapada en un espejo   *Últimamente no he actualizado el blog porque desde Enero del 2014 estoy colaborando con la web sobre periodismo social y medioambiental www.calamar2.com  en la sección de LOS MARES DE TOLA   en la que podéis encontrar mis últimos textos y fotos.

 

EL REFRANERO DE PINKY SPRING

noviembre 18th, 2013

NoNoNo

«No ver, no decir, no oír»

Hay un refrán que dice: “ojos que no ven, corazón que no siente”. Otros te enseñan que a veces por querer ver lo que quieres te llevas a engaño, y que hay gente especialista en percibir la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Hay dichos que te recomiendan oír a todos y creer a pocos, porque un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso, así que es mejor seguir a las ideas que a las personas. También dicen que algunos oyen con las orejas, otros con el estómago y los hay que con el bolsillo. Algunos no lo hacen en absoluto, porque no hay más sordo que el que no quiere oír.

 El refranero también te recuerda que una es esclava de sus palabras y reina de sus silencios. Que benditos son los que no teniendo nada que decir resisten la tentación de hacerlo, porque es mejor tener la boca cerrada y parecer que no tienes ni idea, que abrirla y disipar todas las dudas.

Tentaciones

«Tentaciones»

Uno de mi cosecha es:

No caigas en todas las tentaciones, que se engorda mucho más rápido de lo que se adelgaza.

Placeres

«Fiesta»

Pero para ser feliz de vez en cuando hay que hacerle caso a Oscar Wilde cuando afirma que “El único modo de salvarse de una tentación es ceder a ella. Nada queda entonces más que la satisfacción, o la voluptuosidad del arrepentimiento” y hacer fiesta.

Pinky con los ojos como huevos fritos

«Con los ojos como huevos fritos»

Pero a pesar de que una intenta ser zen y seguir todos esos sabios consejos como el que manifiesta que “si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar” y procuras “atender con la cabeza y hablar con el corazón”, hay cosas que pasan a nuestro alrededor que te dejan con los ojos como huevos fritos y, “como cada pajarito tiene su higadito”, a veces todos tus órganos te piden a la vez que grites alto y claro lo que piensas.

Ver oir gritar

«Ver, oir, gritar» 

Como decía Joan Baez: «Si no peleas contra la corrupción y la podredumbre, acabaras formando parte de ellas». Y como de eso en España vamos sobrados, y los que nos gobiernan son conscientes, para mantenernos ciegos, sordos y mudos, quietecitos e ignorantes, nos quieren imponer una ley mordaza, de la que diría Gandhi: «cuando una ley es injusta lo correcto es desobedecer».

Fin

¡Plassh!«Plassh»

EL PROBLEMA DE LAS MUJERES ES UN PROBLEMA DE HOMBRES

septiembre 11th, 2013

El problema de las mujeres es un problema de hombres

«El problema de las mujeres es un problema de hombres»

 «El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres.» Pajarito, Candela Flame y Pinky Spring leyeron al mismo tiempo la cita de Simone de Beauvoir que alguien había colgado en el Facebook, y en ese momento cada una sintió que estaba dedicada a ella.

Candela Flame

 «Candela Flame»

Las tres amigas eran muy diferentes. Candela Flame era fuerte, independiente y segura, o al menos eso era lo que enseñaba de sí misma.


La silla vacía

«La silla vacía»

En secreto anhelaba poder quitarse la máscara de luchadora, y echaba de menos que hubiera un pecho cálido que sirviera de reposo a la mujer guerrera. Por eso, en  soledad, cuando se permitía ser débil, se llenaba de congoja.

 

Pajarito metida en un jardin

«Pajarito metida en un jardín»

En cambio Pajarito era un espíritu libre, difícil de aprehender. Su alma de artista la llevaba a ir siempre tras la inspiración. Lo que más se la estimulaba era el deseo. Por eso cuando alguien era objeto de su atención no sabía si lo que la enamoraba era la persona o lo que despertaba en ella. Sus relaciones poco convencionales eran complicadas de adjetivar y nunca sabía cuando las aves de paso levantarían el vuelo, o sería ella la que tendría que emigrar.

 

Pinky Spring bebe en la bañera

«Pinky Spring ahoga sus penas»

Aunque era de moral más bien distraída, como dice una canción, tal vez por ser pelirosa natural, Pinky Spring vivía el amor como si fuera una novela de ese mismo color. Pero al último que le había dado el título de su príncipe se le había vuelto rana y comprobaba con desesperación que le hacía guiños de complicidad a otras en el FB, y  a sus fotos y las canciones que colgaba pensando en él, escasamente les daba un me gusta.

Pinky Spring y sus amigas de paseo por el campo

 «Bucólicas».

Para distraer a sus almas inquietas las tres amigas decidieron marcharse de paseo al campo. Pensaban que alejándose de su cotidianidad, en un entorno bucólico, se olvidarían de esos seres que las hacían zozobrar.

Pinky y sus amigas paseando ente viñedos

 «Entre viñedos»

Mientras Pajarito contemplaba el revoloteo de los pájaros y Pinky Spring bromeaba sobre el milagro de que de una inocente uva saliera algo tan embriagador como el vino, Candela Flame aprovechaba para hacer ejercicio y ponerse más fuerte todavía.

 

Pajarito sin nido

 «Pajarito sin nido»

Hallarse en comunión con la naturaleza llenaba a Pajarito de gozo y se separó de sus amigas para concentrarse en sus sensaciones y dejar que su mente vagara. Trepó a un árbol para desde allí otear el vuelo de las aves migratorias. Entonces se apoderó de ella la nostalgia. En su mente se empezaron a juntar palabras que formaron un poema y  pensó en titularlo “Oda a los nidos vacíos”.

 

Sin cobertura

 «Sin cobertura»

 Con tanta paz y silencio Candela Flame y Pinky Spring  por un momento se sintieron libres de ataduras, y el aire puro las llenó de energía positiva, pero en cuando descubrieron que sus teléfonos móviles no tenían cobertura volvieron a entrar en pánico. Como si estar sin cobertura fuese una metáfora de sus vidas.

FIN

PD: Muchísimas gracias a mis queridísimos Iñaki y Aitor que me dejaron sus casas para hacer las fotos. También a mi amiga Merceditas y sus familia por lo bien que me lo pasé con ellos en Gandesa, y los perritos Tobi y Kina que me alegraron con su compañía las sesiones de fotos en el campo.

 

PINKY SPRING ESTÁ SIENDO MUY CUESTIONADA

julio 14th, 2013

Pinky Spring está fichada
«Pinky Spring está fichada»

Pinky Spring es uno de esos personajes que viven y dejan vivir.  Hedonista, poco práctica, idealista, blandita, y aunque sea algo superficial, para ella la vida sin poesía no tiene sentido. En el horóscopo chino es oveja, un mal signo para tiempos de crisis en lo que se te pide piel de iguana.

 

Pinky Spring meteorologa de la television  «Pinky Spring meteoróloga de la tele».

Con eso de tener que inventarse un cuentito para sobrevivir, un día se le ocurrió que podía hacerse presentadora de las noticias del tiempo como Nicole Kidman en “Todo por un sueño”. A veces las ideas más marcianas son las que funcionan y ha firmado un contrato discontinuo a tiempo parcial con un canal local. Sólo sus íntimos conocen que tiene sus momentos de pánico escénico y no sabe si va a confundir un tornado con un huracán, o si va a explicar bien lo que es una ciclogénesis explosiva. Como para gustos, colores, ahora tiene club de fans.

Pinky Spring y las bichas  «Pinky Spring y las bichas».

La vida funciona como un ecosistema y si mueves algo de un lado afecta al resto. Para bien y para mal. Ella, que pertenece a una familia disfuncional desde hace varias generaciones, está acostumbrada a las críticas, y a que las personas difíciles de catalogar pongan nerviosa a cierta gente, pero es que últimamente la tienen crucificada: que si no le gusta sudar ni en el gimnasio, que si es una exhibicionista, una lírica insoportable anti-cool, que si se comporta según su edad mental y no la biológica, que si la vida no es sólo juju-jaja…
Freuda psiconaliza a Pinky Spring mientras se come un platano
  «Freuda psicoanaliza a Pinky Spring mientras se come un plátano».
También a su amiga Freuda le ha dado por psicoanalizarla. Está licenciada por la Universidad de la Ciencia Infusa y es capaz de darle un veredicto de todo lo que le pasa y cómo solucionarlo en el tiempo que tarda en comerse un plátano. Si Pinky no está de acuerdo, o no acepta sus consejos, se enfada con ella y no se despeina por utilizar las confidencias que Pinky ha compartido con ella, y ha ido apuntando en una libreta, para ahora demostrarle que es una tarada. La lección de la UCI  que Freuda parece que se saltó fue aquella que explicaba que hay que saber usar  las palabras. Se perdonan, pero no siempre se olvidan.
Siluetas
 «Silueta rojas».
Pinky es como todo el mundo: le gusta sentirse valorada, le duele aceptar reproches y percibirse insegura. Entiende que hay críticas que merecen la pena ser escuchadas, pero que hay otras en las que  ha sido el diablo el que ha cargado las lenguas.
Ella se sabe imperfecta, se equivoca, es contradictoria, hay cosas de si misma que no le gustan nada y hace lo que puede para bregar con sus disfunciones. También que es la única testigo de todos sus segundos, días y noches.
Tampoco tiene explicaciones lógicas para todo lo que hace. A veces lo único que la mueve es una pulsión interior, otras, aunque sepa que le tocará pagar, es sólo porque le da la gana. Como diría Sinatra:

And more, much more than this,

I did it my way.

Yes, it was my way.

Que bonita es la amistad y que ricos estan los gin tonics

  «Qué bonita es la amistad y qué rico que están los gin tónics».

Por suerte, Pinky tiene a su amiga Pajarito que la quiere como es. Tampoco le miente, pero cuando emite un juicio de valor lo sabe hacer con clase. Con ella Pinky se siente cómoda y espontánea. En esos momentos piensa que no hay nada más bonito que la amistad y poder reírse, o llorar, en compañía de una amiga de esta vida, a veces llenas de penas, otras de alegrías, y por lo general tan loca.

Fin.

PD: Mi querido Fede, gracias por prestarme la cocina de tu casa. Otro beso para Agustina por hacer lo mismo con el salón de la suya. Mil gracias también a los que habéis pasado por este blog de visita. Espero que os haya merecido la pena y lo pasaseis bien con sus historias.

LUNA LLENA

marzo 30th, 2013


Bohemia en Malasaña

 «Bohemia en Malasaña»

Una noche de luna llena, el perrón que todos llevamos dentro aullaba pidiendo calle; decidí hacerle caso y sacarlo a pasear. Estaba aburrida de mis propios personajes y un poco de aire fresco me vendría bien. Antes de cerrar la puerta, renegué de ellas y manifesté mi deseo de abandonarlas a su suerte, que a partir de ahora mi vida sólo sería realidad.

 

Atrapados en el ordenador

 «Tripolaridad virtual»

Como había dejado el ordenador encendido, me oyeron y supieron mis intenciones. No les gustó nada.

Se negaban a desaparecer, así que decidieron escaparse y construirse ellas solas sus tramas, escribir sus guiones.

 

Caperucity y el lobo

 «¿Quién teme al lobo?»

Caperucity tenía viejas cuentas pendientes con un lobo malo. Había tenido tiempo para hacerse más fuerte y fue en su búsqueda.

Mientras iba a su encuentro se repetía:

-No importa el tamaño del perro en la pelea, si no el tamaño de la pelea en el perro…

 

Caperucity

 «Caperucity y el lobo»

Y así le demostró al lobo malo que si quería podía ser mucho más heavy que él.

 

Wanda y Pinky Spring

«Echando la tarde en casa de Pinky Spring»

Pinky Spring se fue a vivir a una casa amarilla con una gran pantalla de televisión que enchufaba a internet para poder ver en directo la webcam del acuario de Monterrey, uno de sus hobbies favoritos. Wanda se había ido con ella mientras decidía qué hacer. Toda su vida había sido una fantasía virtual y ya estaba cansada. Le hacía ilusión tener experiencias analógicas pero no sabía en qué se podía reciclar en un mundo real.

Pinky Spring

«Pinky Spring»

Pinky Spring no le hacía mucho caso y cada vez que oía el pío-pío anunciándole que había recibido un whatsapp se pensaba que se había llegado la primavera.  Florecían los almendros cuando comprobaba que eran de su lobito querendón diciéndole:

-¡Aúuu!

Creo que ya es hora de volver a casa y poner orden:  si las dejo solas se portan fatal.

FIN.

¡Ahuuuuu!

Nota 1- Los dibujos que decoran la casa de Pinky Spring son de Iñaki Muñoz. El de los perros es de Diego Castillo.

Nota 2- La foto del lobito bueno la he cogido de internet y no sé quién es el autor. Si alguna vez pasa por este rincón que sepa que estoy en contra de estas prácticas y que sólo la he utilizado con fines narrativos.

Nota 3- Muchas gracias a la familia Jaramillo-Yver-Bordeu por prestarme su casa.

ESTADOS ANÍMICOS, VIENTOS RACHEADOS, MAREJADILLAS Y TEMPORALES

enero 8th, 2013


Estados anímicos bipolares
«Viceversa»

 Si hablando de una aldea podemos contar el mundo, y convertir  una pequeña anécdota en una verdad universal, es porque las personas no somos tan diferentes entre nosotras. Cada individuo es único, pero los rasgos de personalidad básicos tampoco son tantos, ni nuestras motivaciones. Todos somos pensamiento, sentimiento y actos, sólo que combinados en diferentes dosis. Hay personas perfeccionistas, otras que centran su atención en los demás, los que buscan el éxito, los que tienen una sensibilidad artística, los observadores, los leales, los epicúreos, los que sirven de líder, los pacificadores…

Un ser pequeño en un mundo grande

«Un pequeño ratón en un mundo grande» 

Da igual a qué tipo correspondas porque todo ying tiene su yang. Las pasiones que los dominan, que cuando se desequilibran, hacen que el leal se convierta en cobarde, el perfeccionista en alguien iracundo, que al altruista lo pierda el orgullo y a los mediadores la indolencia o que el ejecutor peque de vanidoso. Todo es parte de uno mismo.

En esa dualidad muchas veces se producen en nuestro interior grandes batallas: entre hacer lo correcto o lo que nos da la gana, ser faltones o educados, egoístas o generosos, procrastinar o ser un sujeto de provecho, ser honestos, mentir o contar verdades a medias.

 A patadas y puñetazos entre el Bien y el Mal
 «A patadas y puñetazos entre el Bien y el Mal»

 Las emociones se generan en la parte más primitiva de nuestro cerebro. La misma que nos hace estar alerta ante cualquier estímulo exterior y reaccionar en caso de peligro. Por eso cuando son tan intensas que desbordan la razón, se dice que reaccionamos con la amígdala. En ese rapto emocional nuevas guerras se libran dentro de nosotros, nos dividimos entre dejarnos arrastrar o comportarnos como personas civilizadas. Aliarnos con lo bajo o mantenernos fieles a unos principios, cagarnos en todos los muertos y hacer estallar la bomba atómica, aún a sabiendas que todo tiene un precio.

La verdad, no siempre uno se arrepiente de haber sido un bombero. Este post no va sobre moral si no sobre estados anímicos y personas. También sobre la necesidad de encontrar un equilibrio, porque las emociones son energía: si son malas y se nos enquistan enfermamos.

 «Namasté»

En este “conócete a ti mismo” cada cual debe encontrar su vía para canalizarlas y diluirlas. Reprimirlas no sirve. Yo por eso necesito del movimiento. Sentirme ágil y fuerte me da seguridad para enfrentarme a la vida. Para navegar por ese río que sólo recorreremos una vez, a veces a tientas, otras en aguas bravas.

Anónimos en la ciudad
Anónimos en la ciudad 2
Anónimos en la ciudad 4
«Anónimos en la ciudad»
(Fotos de Luis Camacho)
Hay momentos en los que vagamos por la ciudad queriendo pasar desapercibidos. Los fracasos, las humillaciones, las desilusiones, los arrepentimientos, las decepciones o las culpabilidades no son plato de buen gusto como para compartirlo con cualquiera. Ahora se percibe mucho en el ambiente: vivimos en un país que caen chuzos de punta, nos minan la moral, la fe en cualquier tipo de justicia y cada día el futuro se ve más incierto.
On my own
 «En mi misma»
(Foto de Luis Camacho)
Pero la realidad es cambiante y ese vagar no siempre es el mismo. Otras veces, en nuestro ensimismamiento sólo estamos poniendo orden a las ideas, encajando piezas en un puzle. Buscando alrededor nuestro mensajes encriptados que nos llevan a las respuestas. Muñequeando en una cerradura que se nos resiste hasta que de pronto oyes ¡clak! y se abre la puerta, las piezas del puzle encajan y sientes un gran gozo.
Un buen dia lo tiene cualquiera
 «Un buen día lo tiene cualquiera»
(Somos thePosit)
Yo no soy buenrollista, incluso a veces la gente excesivamente positiva me acaba tocando las narices, pero hay una verdad: la realidad no sólo es cambiante si no que tampoco existe como un todo unívoco. Como diría Punset: «Los objetos que vemos, tocamos o escuchamos pueden ser reales, pero lo que experimentamos como realidad es una ilusión construida en nuestro cerebro bajo el velo de nuestras emociones».
Por eso es mejor pensar que un buen día lo puede tener cualquiera.
Buenos dias
«Buenos días»

Yo ahora sé que cuando termine de escribir esto me sentiré satisfecha por haberlo conseguido y poder pensar en otras cosas. Si muchos me dicen que les gusta me pondré contenta porque es una forma de reconocimiento. Si alguien me hace un buen comentario, «con fundamento»,  me llevaré una alegría porque  también necesito la mirada del otro.

Pero también sé que dentro de unos días todo eso no será suficiente y empezaré a sentir una especie de  comezón, pero como leí en alguna parte: No hay que temer a la insatisfacción porque será la semilla de tu siguiente obra. Ya si ganara dinero sería la hostia.

Qué la fuerza los acompañe. Espero que hayan tenido un buen viaje.

Anónimos en la ciudad

ALTER EGO

noviembre 11th, 2012


«Estamos reunidas».

Tal vez por llevar ya un buen tiempo conviviendo con Trece, me ha hecho preguntarme por ese otro yo que en ocasiones se posesiona de mi y hace extravagancias por las que después me veo obligada a dar la cara, y a veces despierta suspicacias, no siempre fáciles de lidiar. Aunque nadie se lo crea para mi acostumbrarme a ella también ha sido un largo proceso.

Según el diccionario: álter ego es un segundo yo, con una personalidad distinta a la original. Se relaciona con el trastorno de identidad disociativo que hace que haya gente que lleva una doble vida, en las que a veces es el otro el que hace las cosas que no se atreve el yo. Los niños en ocasiones adquieren la personalidad de un álter ego para jugar en compañía.

 

«Medio Rrose medio Trece»

En el teatro o la literatura se llaman así a los personajes que por sus rasgos físicos o de carácter pueden ser identificados con otra persona o es un trasunto del autor. Muchos artistas hacen uso de ellos como parte de su espectáculo o para explorar nuevas identidades de si mismos.

 

«Buscando a Rrose»

En 1920 Man Ray fotografió a una enigmática mujer tocada por un sombrero, que poseía unas manos extrañamente pequeñas, llamada Rrose Sélavy: » Eros c’est la vie«. Debajo de su abrigo se escondía Marcel Duchamp, un visionario que cambió la forma de pensar el arte y firmó algunas de sus obras con el nombre de su álter ego.

 

 «Stardust, la hija de Ziggy»

Tal vez el que más ha brillado en el siglo XX  ha sido el teatral y ambiguo alienígena de pelo rojo y maquillaje de kabuki,  Ziggy Stardust, a quien un Bowie ceñido en raso le prestaba su cuerpo para existir : «Fuera del escenario soy un robot pero cuando estoy en él consigo emocionarme. Eso probablemente explica por qué prefiero disfrazarme de Ziggy a ser David». A lo largo de su vida ha tenido otros álter egos, tal vez su nueva identidad de caballero retirado y discreto sea el último de ellos.

 

 «Wanda está en línea»

Del mismo modo que los super héroes suelen tener uno humano y patoso para ocultar su verdadera identidad, los luchadores cuando actúan  lo hacen con sus disfraces y nombres de ring.

Las chicas que trabajan en las líneas calientes también tienen sugerentes nombres de guerra. Cuando se conectan dejan de ser ellas para convertirse en una ilusión. Dejarse seducir y escabullirse también es parte del juego; por eso mientras mejor tengan construido a su personaje más fácil es mentir. Mientras más lo disocien de ellas mayor será su impunidad y menos les afectará lo que puedan oír. Cuando cortan el teléfono Jenny, Samantha o Caramelo dejan de existir.

 

Trece se parece a ellas en que no es más que un producto de la imaginación, seres intangibles que sólo son una foto o una voz.

Yo siempre he sido una persona reservada y celosa de mi intimidad. Me gusta la ropa cómoda y abrigada porque soy muy friolera, la mayoría de los días no uso maquillaje y ya hace una eternidad que me tuve que retirar de los tacones. A Trece le gustan los estilismos imposibles, pintarse las uñas de amarillo porque dice que así son más fotogénicas, que las cosas brillen y tengan colores. Cree que los medios dan una visión sobre la mujer y lo femenino demasiado tópica, artificial y unidimensional y su misión es romper estereotipos, pero como nació de una costilla de Peter Pan sólo sabe hacerlo a través de la fantasía.

Al igual que la Sherezade de las “Las mil y una noches” es consiente de que su existencia depende de su capacidad para liarme e involucrarme en sus historias. Conseguir que cuando empieza a girar la ruleta de la fortuna vuelva a apostar una vez más por el 13.

FIN.

EUROPA PIGS

octubre 6th, 2012

«La indolente Europa del Sur»

Erase una vez  que se era una tierra antigua, cuna de la cultura de Occidente, alegre, sensual y soleada, habitada por gente amante  de las expresiones colectivas de sentimientos, la buena mesa y el vino, que un día se levantó nublada. Ahora que se había apoderado de ella una niebla gris, ya no era más la bella Europa del Sur  si no la Europa PIGS. La “S” correspondía a Spain,  país que se caracteriza por la variedad de culturas que lo componen y que, por esa heterogeneidad, intentar explicarlo es un lío.

«Europa PIGS»

Parece ser que la cosa ya se venía venir de lejos. Todos sus políticos decían que sabían lo que tenían que hacer pero la verdad es que cuando habían gobernado unos, no la habían querido verla venir, y cuando lo estaban haciendo otros, sus promesas tampoco servían porque también habían sido hechas a ciegas y no les quedaba más remedio que improvisar.


«Teleoperador»

Entre los políticos del color que fuesen, había mucho listo que no se había enterado que con el voto el pueblo los contraba para que gestionaran bien el país, no para llenarse los bolsillos, despilfarrar y favorecer a los suyos, que a cambio siguen mirando para otro lado y nunca se depuran responsabilidades. Incluso hasta la Familia Real, elegida a dedo por Dios para ser nuestra guía y ejemplo pasaba tres cuartos de lo mismo. A esa fiesta también se unieron bancos y especuladores del ladrillo hasta que un día la burbuja estalló y se nos comunicó que estábamos en la ruina. Que todos habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades y que la única solución era endeudarnos por varias generaciones. Que lo primero que había que salvar era a esos mismos bancos que en su vida habían perdonado a nadie ni una puta letra de sus hipotecas y que habían estafado a miles de familias con sus participaciones preferentes.

«Flexibilidad laboral».

El dinero vendría de la otra Europa a través del FMI (que en realidad en parte también es nuestro). A cambio nos pedían que demostráramos que éramos capaces de pagar los intereses de lo que les deberíamos, así que nuestros queridos gobernantes sacaron las tijeras para recortar de todas partes con la fantasía de que eso generaría ahorro, mientras crece y crece la cola del paro, el país va tirando bajo mínimos y encima  pagamos más impuestos.

 

«El fin de los derechos del trabajador».
Las personas en mayor situación de precariedad fueron las primeras en notarlo. Se está desmantelando el sistema de salud y de educación para después privatizarlo. De pronto toda la lucha que ha costado a generaciones para crear un sistema social se está yendo al garete. También se les han recortado los derechos de los trabajadores y  sus nóminas.
 «Vuelve el botijo»

A la cultura y la ciencia directamente le tiraron un escupo en el ojo y a nuestros hijos les pintan un futuro muy negro. También a nosotros para cuando seamos viejos. Se vuelve a hablar de emigrar, desahucios y pobreza: de una España en blanco y negro.

 

«Ninja herido a tijeretazos»
Todos los hogares están tocados y el ciudadano se echa a la calle para hacerse oír, cada gremio con su color de camiseta, cada vez con más rabia. La gente está muy enfadada, se siente estafada, impotente y con miedo.

 


 «La llama de la esperanza»

Todos sabemos que este cuento acaba de empezar pero yo no puedo acabar este relato sin dejar una puerta abierta a la esperanza. Esto también nos tiene que hacer replantearnos cuales son nuestros valores y estilo de vida. A qué mundo aspiramos. Debemos cuidar de que la luz de nuestra bella Europa del Sur no sea engullida por las tinieblas, para ello lo único que nos queda es creatividad e ingenio.
FIN

POR UN MOMENTO EL PARAISO

agosto 28th, 2012


En cuanto llega el calor del verano sentimos una necesidad imperiosa de aparcar  nuestras cotidianidad, marcharnos a otro lugar y disfrutar de eso con lo que soñamos todo el año y se llama “unas buenas vacaciones”. Cada uno llena sus maletas con sus propios deseos: el de vivir aventuras exóticas, conocer otras culturas y paisajes, de estar con la familia, de cometer excesos, hacer deporte, tener experiencias espirituales, hedonistas, sentimentales, sexuales o de estar en la naturaleza. También el de encontrar un lugar al que llamar paraíso.

El mío lo encontré en Deià, un pueblecito de Mallorca asentado en la ladera de una colina, de casas de piedra, calles empinadas y salpicado de buganvillas. Allí, camino a la cala y entre bancales estaba ese jardín soñado con limoneros, higueras, plantas de aloe vera, geranios, helechos, dedaleras, flores de azafrán, camomilas, peonías y romero.

Un lugar para poder pasear entre olivos centenarios, pinos, encinos, algarrobos, cipreses y chumberas mientras escuchas a lo lejos el balar de las cabras y el sonido de un cencerro.

 

Hacer fotos a los animales de la zona que para una urbanita como yo cualquiera le parece exótico.

Compartir en grata compañía risas, confidencias, una copa de vino y unos tentempiés de sobrasada.

 

 

Bajar a la cala, tumbarse en una piedra mojada y observar a la gente disfrutando de un día de playa.

Contemplando tanta belleza a veces mi felicidad era tan grande que hacía que me sintiera parte del Olimpo.

 

 Buceaba en el mar hasta lo más hondo que podía para luego emerger notando el agua resbalar por mi cuerpo y sentirme Nereida.

Pero a los dioses no les gusta que nos confundamos con ellos.

Castigan nuestra arrogancia y nos recuerdan que nuestra naturaleza es humana.

Por eso enviaron a las medusas. Me picaron cinco y mi piel mortal reaccionó al veneno, volví a casa llena de pupas y hecha unos zorros. Desde siempre ha sido así la relación entre los dioses y los hombres. Como a Ulises, al final lo que nos queda son las experiencias del viaje.
Ahora las maletas vacías esperan silenciosas a poder volver a llenarse.
Fin.

1-P.D: Este post está dedicado a Remedios que gracias a su hospitalidad pude disfrutar de unos días inolvidables en Deià. También a Patrick por ser un excelente  anfitrión y un gran conversador. Tampoco olvido al gallo Gilipollo que a pesar de que no quería, me tuvo que aguantar persiguiéndolo para hacerle fotos.

2-P.D: La otra persona a la que está dedicado este post a mi amigo Justo Mon, uno de los más fieles seguidores de este blog, que con sus comentarios siempre fue un estímulo. Las olas del mar de su querida Galicia rompen en lágrimas porque el surfista punk ya nunca volverá a cabalgarlas. En este rincón del ciber espacio siempre se le echará de menos. Lo poco que compartimos fue un buen amigo.

3-P.D: Si deseas ver las fotos de los personajes en formato slide visita mi web http://www.tolacastillo.com/index.htm en la galería de «Ellas» que se encuentra en la pestaña de «Otras vidas» y en el de «Panorámicas»

 

LA FAMA CUESTA

junio 17th, 2012


 «Combi»

Ayer por la tarde, mientras trabajaba, tenía la televisión encendida y estaban  poniendo Casablanca.  Acaban de entrar los nazis  en París y sin necesidad de mirar sabía que Rick tenía a Ilsa entre sus brazos. Llena de zozobra le decía:

-Mientras el mundo se derrumba, nosotros nos enamoramos.

Con esa misma incertidumbre ante el futuro con la que ellos se besaban,  refugiada en mi atalaya en un país que se hunde, volvía a retocar una vez más fotos que ya había visto decenas de veces, enfrentándome a mirar atrás y comprobar las huellas que deja el tiempo.

Igual me afanaba en conseguir terminarlas lo mejor que pudiera y, aunque no sepa hasta cuando podré seguir con este juego, me agarraba a ellas con esa misma pasión con la que Rick  e Ilsa se abrazaban soñando con un mañana.

 

 

Las fotos eran para una web que me estaba haciendo © Chaz Web Design a cambio de un par enmarcadas. Ya las tenía listas y esperaban sobre el sofá a su nuevo dueño. Junto a ellas hay otra de 50×70 que tengo que llevar al la champañería María Pandora, un lugar de grandes ventanales, aire antiguo, cómodo y bonito dónde los lunes se reúne un grupo de fotógrafos a hacer tertulia. Proyectan fotos y las comentamos mientras bebemos cerveza, comemos cacahuetes, chuches y fruta troceada. Ahora han organizado una exposición.

 «Saludos a tu perro» (re interpretación de una foto de J.Pérez-Fajardo)

También debía preparar otras para un concurso. Por el momento, lo único que he ganado ha sido una foto de Juan Pérez-Fajardo, un fotógrafo con muchas patillas, a la que habría que hacerle sitio.

 

 «Kanaga»

Lo de exponer estaba bien pero, ¿qué haces con las fotos cuando vuelven a casa? Tenía que plantearme desprenderme de algo, pensaba en la Kanaga, una máscara Dogón que representa a un Dios de la fertilidad, con la que siempre tengo cuidado de no chocar por si acaso.

 

«Esculturas de Sergio Castillo»

Durante gran parte de mi vida, el ir y venir de esculturas fue una constante. Mi padre era escultor y mi madre la tercera de sus cuatro esposas. Cuando nací ya había llegado a la cuarentena así que desde que tuve uso de razón todo el tiempo a nuestro alrededor alguien lo llamaba maestro.

 

«Sergio Castillo y su hija Tola».

Por nuestra casa, atraídos por el imán del creador con reputación, siempre pasaba gente de lo más variada: artistas de todo tipo de disciplinas, profesionales liberales, herederos diletantes arruinados, empresarios, políticos, diplomáticos, intelectuales, bohemios, “niñas de taller”, amigotes de toda la vida y sus diversos ayudantes.

 

«Con Lucho y Pedro ayudando en el taller «

Mi padre decía que los artistas no pertenecían a ninguna clase social, que si tienen reconocimiento, aún sin dinero, les está permitido transitar por todas ellas (aunque siempre era mejor que pensaran que había: señal de ser una buena inversión). Así que siempre vivimos en esa ambigüedad de “somos pobres, somos ricos, nadie sabe lo que somos”,  pero en la intimidad había que ser conscientes de que íbamos al día.  Por eso cuando aparecía alguien dispuesto a gastarse dinero en arte se le hacía fiesta y todos participábamos en la puesta en escena. Mi padre los recibía con su mandilón y les daba una vuelta por el taller. Entre yunques,  fraguas y martillos les explicaba los secretos de la escultura hecha con metal. Después, ya aseado, se sentaba en un sillón del salón y les narraba montones de anécdotas: su infancia de niño golfo y rico, su primera juventud como camionero, la bohemia en un París de post-guerra, las mujeres que había conocido. Casas de putas, peleas a puñetazos, artistas locos, hippies en ácido, casinos, pensiones y fiestas en casas de millonarios llenaban sus relatos.

 

«Artistas en París»

En esos momentos, como mi papel estaba en la retaguardia, me retiraba a la cocina a exprimir naranjas para preparar nuestra versión particular de la jarra de vodka sour. También ayudaba a elaborar platos sencillos y con un toque exótico con los que deleitábamos a nuestros invitados que vivían con felicidad ese momento de expansión. Algunos salían con una escultura debajo del brazo.

 

«Sergio Castillo en su casa de San Lorenzo de El Escorial»

Como siempre se necesitaban fotos para los catálogos, galerías, concursos o aduanas, muchas veces las hacía él. Yo lo ayudaba y me explicaba de cada una cuál era el mejor ángulo. Más adelante me regaló su vieja Canon. Tal vez esas tardes que nos íbamos al campo con la furgoneta cargada de esculturas para hacerles fotos fueron de los mejores momentos que pasamos juntos. Después todo se jodió, pero esa es otra historia.

«Niña Tola y el perro Sol». Fotografía de José Lamarca.

Mientras daba vueltas a todo esto recibí una llamada de Éléphant de Le Roi. Nos conocimos en una exposición y congeniamos. Me había contado que era el secretario de una tal Lady MacFoxy que tenía una colección de arte. Una vez medio borrachos en la barra de un bar me resumió en lo que consistía su asociación:

-Yo soy el que tiene la sensibilidad, ella el olfato y el dinero.

 

«La coleccionista Lady Foxy y su secretario Éléphant de Le Roi»

Me llamaba para decirme que la había convencido para que me conociera y que en media hora estarían en mi casa.

-Me pillas de sorpresa, no tengo nada de beber… Debería comprar vodka, naranjas…

-Olvídate, ahora se llevan los gin-tonics.

 

«La coleccionista y su secretario»

Frente a esa mujer con tanto poderío, me costaba soltarme. En un momento que fui a la cocina por más hielo, acuclillada frente a la nevera y maldiciéndome, una voz salió del congelador y me dijo:

-Pide consejo a tu padre. Es verdad que al final se lo montó como el culo pero haz de la mierda estiércol. Hay una herencia que nunca nadie te podrá quitar: lo que aprendiste estando a su lado.

Así lo hice y oí otra voz, esta vez masculina y que me venía de dentro, decir:

-Recuerda a los encantadores de serpientes, que suene la flauta y salga la culebra…

 

«Criterio y olfato»

Al volver al salón primero hice tintinear los hielos, después le solté a la Lady un rollo sobre que todo venía como reacción ante la visión tan unidimensional que se da en los medios de nosotras. Que pensaba que el discurso sobre la mujer real era sólo demagogia, que al capital le interesa tenernos insatisfechas para que  gastemos dinero. Que aunque no queramos ver que el tiempo pasa no lo podemos evitar, pero no quiere decir que estés con ganas de que te metan en un armario.

Al decir que todo se resumía a eso pero con fantasía y colores, a Lady MacFoxy se le iluminó la cara:

-Fantasía y colores… Deberías pensar en el marcado japonés. Están abiertos a las cosas más locas.

 

«Pensando en el mercado japonés»

 

Esta mañana me desperté con la cara pegada a las teclas del ordenador murmurando:

-Debo llamar a la Yamamoto para que me traduzca una carta…

Aún no sé si todo esto que les cuesto realmente sucedió. Ahora me pasaré por la cocina. Si hay rastros de gin tonics fliparé con esta historia.

«Soñando con cosas de payasa».

Fin.


ARTISTA EMERGENTE. DE LO DIGITAL A LO MATERIAL

abril 30th, 2012

«Foto de las fotos»

  Al poco de empezar a enseñar mis fotos en este blog voces a mi alrededor comenzaron a decirme que debía hacer una exposición. Las ideas que me proponían iban de las más delirantes a algunas razonables, mientras yo me preguntaba ¿cuál sería el circuito de una artista emergente ya entrada en años, algo redondita, que se retrata disfrazada y transforma esas fotos con photoshop? También me provocaba inseguridad saber que había empezado a enseñarlas al tiempo que iba aprendiendo y nunca las había visto impresas, sólo en diferentes ordenadores y en cada uno con distintos colores, contrastes y definición. Lo otro que me preocupaba eran los formatos. Las imágenes que vemos en distintas pantallas no tienen un tamaño real si no el que nosotros le damos en nuestra cabeza, así que la otra duda era al pasarlas a papel lo que las mías podían dar de sí. Pero había llegado el momento de dar ese paso y lié a los dueños de un pequeño y coqueto restaurante de mi barrio llamado Bufalino para enseñarlas allí.

«Mi amigo Éléphant de Le Roi leyendo el periódico en el Bufalino»

Ahora, a parte de tener que pasar de lo digital a lo material, tenía que pasar del mundo interior al exterior. Del cubículo a estar “expuesta”. Hasta el esqueleto.  Se que no todo el mundo le encuentra gracia a mis fotos, que incluso algunos las detestan, ni que las condiciones en las que han sido hechas sirve de disculpa. Por suerte que en el momento en el que estaba con sudores, pensando en que cabía la opción de que la exposición resultara una mamarrachada, apareció Manolo, un amigo serigrafo que tiene un plotter y a demás me conocía lo suficiente como para poder comportarme con él como la novata que era y hace preguntas de pardilla, que me dio consejos prácticos, me las imprimió, e incluso me pasó retales de papel para que la gracia no me resultara muy gravosa. En su taller vi como iban naciendo linea a linea, las esperé para recogerlas amorosamente entre mis brazos, las yemas de mis dedos sintieron por primera vez su textura y al fin pude contemplar sus verdaderos colores.

«Cartel de la exposición en Tabalcalera»

En este nuevo periplo, otras cosas que he constatado es que incluso ya impresas la percepción de sus dimensiones será distinta según el tamaño del espacio donde las enseñes. Que lo que hay a su alrededor les va a influir para bien y para mal, y la desgracia de una mala iluminación. También que todo lo que es “más” cuesta mas dinero y que el bricolaje que hagas tú es lo que te ahorras.

Y en eso estás, buscando por tu barrio una guillotina para cortar papel, ganchitos en las tiendas de chinos, imprimiendo tarjetas para repartir por ahí  (aunque no vaya nadie por lo menos que se sepa que lo has hecho), al tiempo que respondes a los amigos del Facebook sobre lo que más les importa: si en la inauguración habrá coctel.

Durante la exposición de Tabacalera, que era colectiva, me lo pasé correteando de aquí para allá buscando a mis invitados para servirles más vino. A parte de los amigos habituales, hubo gente curiosa: reapareció Super Gato, mi querido amigo Éléphant de Le Roi ya había venido a la del Bufalino y una sofisticada neoyorkina pareció interesada.

«La curadora de Nueva York»

En cada uno de esos pasos, como a un niño que le enseñas a andar, las fotos empiezan a tener su propia vida, a lo mejor una que no te esperabas, como la «Diosa Arroba» que ahora tiene un marco barroco y mira la bahía de Cadiz. Igual que un hijo que se ha ido de casa, comienzan a habitar en nuevos espacios, la gente las contempla desde distintos ángulos y miradas, y se convierten en parte de lo que las rodea. Ojalá también encuentren a quién las quiera y hagan feliz a su madre.

«Élephant de le Roi visitando la exposición del Bufalino»

«La vida propia de las fotos»

P.D: Las fotos en Tabacalera han sido hechas por  Fernando Bordeu. También quiero agradecerles a Nacho y Letizia por dejarme su espacio para exponer y hacer las fotos del Bufalino (C/ Puebla nº9, Madrid). A Pato Valdés y Diego Castillo por su inestimable ayuda en el montaje de la exposición de Tabacalera y a Manolo por lo que ya les conté. También a todos los que con su complicidad me han ayudado a llegar a este punto.