«La emigrante digital»
Allá como en la última década del siglo pasado a mi mundo analógico empezaron a llegar voces de otro nuevo en el que había unas cosas que se llamaban ordenadores que decían que te facilitaban la vida. Los que ya lo conocían decían que era el futuro, así que poco a poco todos los que me rodeaban comenzaron a emigrar y yo, para no quedarme a la saga, también fui detrás.
«El eterno viaje del emigrante digital».
Lo que no me imaginaba era que ese viaje duraría toda la vida, con sus atajos de teclado, recorridos por los menús y largos días de navegación, oyendo el canto de las sirenas en YouTube. Enfrentándome a ataques de troyanos e infecciones víricas y al fantasma de la desactualización. Sumando a cada paso un nuevo cacharro y su correspondiente manual. Abandonado a mi paso un montón de aparatos obsoletos, cables, transformadores y programas para dejar espacio en mi zurrón.
«La diosa Arroba»
Ya sin soñar con un príncipe que me salve de un dragón si no con uno que sepa ponerme a punto el ordenador y me explique los misterios de los plugines.
«Arrobada»
Ese nuevo mundo tenía su propio idioma. Al principio aprendí palabras sencillas como disco duro, Word o disquete pero otras me costaba pillarlas como bit o memoria RAM. Desde entonces no he parado de esforzarme en descifrar qué quieren decir montones de palabros. Constantemente aparecen nuevos y nunca he conseguido quitarme la sensación de que por más que aprenda siempre hablo en Tarzán. Demasiados códigos, binarios, abiertos o fuentes.
«Siglo XXI. Amor y Revolución»
Ahora conceptos como alojarse, nube, tener muchos amigos, ratón, abrir una ventana, o ser híbrido tienen un nuevo significado.
También se ha cambiado la forma en la que se hacen las revoluciones, se busca el amor o alguna de sus variantes.
Tags: analógico, apantallada, arrobada, emigrante, emigrante digital, terrorismo estético
La variedad de tus temas es apasionante. Don’t give up. Besos. Alberto.
¡Jua,jua,jua! Me he reído mucho con este post. Cien por ciento identificada. Me encantan tus arrobas. Mucha mierda y sigue así.
Ciber emigrantes somos y en las redes nos encontraremos,¡amén!