«Bohemia en Malasaña»
Una noche de luna llena, el perrón que todos llevamos dentro aullaba pidiendo calle; decidí hacerle caso y sacarlo a pasear. Estaba aburrida de mis propios personajes y un poco de aire fresco me vendría bien. Antes de cerrar la puerta, renegué de ellas y manifesté mi deseo de abandonarlas a su suerte, que a partir de ahora mi vida sólo sería realidad.
«Tripolaridad virtual»
Como había dejado el ordenador encendido, me oyeron y supieron mis intenciones. No les gustó nada.
Se negaban a desaparecer, así que decidieron escaparse y construirse ellas solas sus tramas, escribir sus guiones.
«¿Quién teme al lobo?»
Caperucity tenía viejas cuentas pendientes con un lobo malo. Había tenido tiempo para hacerse más fuerte y fue en su búsqueda.
Mientras iba a su encuentro se repetía:
-No importa el tamaño del perro en la pelea, si no el tamaño de la pelea en el perro…
«Caperucity y el lobo»
Y así le demostró al lobo malo que si quería podía ser mucho más heavy que él.
«Echando la tarde en casa de Pinky Spring»
Pinky Spring se fue a vivir a una casa amarilla con una gran pantalla de televisión que enchufaba a internet para poder ver en directo la webcam del acuario de Monterrey, uno de sus hobbies favoritos. Wanda se había ido con ella mientras decidía qué hacer. Toda su vida había sido una fantasía virtual y ya estaba cansada. Le hacía ilusión tener experiencias analógicas pero no sabía en qué se podía reciclar en un mundo real.
«Pinky Spring»
Pinky Spring no le hacía mucho caso y cada vez que oía el pío-pío anunciándole que había recibido un whatsapp se pensaba que se había llegado la primavera. Florecían los almendros cuando comprobaba que eran de su lobito querendón diciéndole:
-¡Aúuu!
Creo que ya es hora de volver a casa y poner orden: si las dejo solas se portan fatal.
FIN.
Nota 1- Los dibujos que decoran la casa de Pinky Spring son de Iñaki Muñoz. El de los perros es de Diego Castillo.
Nota 2- La foto del lobito bueno la he cogido de internet y no sé quién es el autor. Si alguna vez pasa por este rincón que sepa que estoy en contra de estas prácticas y que sólo la he utilizado con fines narrativos.
Nota 3- Muchas gracias a la familia Jaramillo-Yver-Bordeu por prestarme su casa.
Tags: acuario, autor, bosque, Caperucity, fantasía, llena, lobo, luna, Malasaña, Monterrey, perro, perrón, personaje, Pinky Spring, primavera, Rrose Sélavy, tripolaridad, virtual, Wanda, whatsapp
Genial como siempre, una versión del cuento estupendísima, me gusta esa Caperucita a lo Kill Bill! jeje
Saludos!!
Si que es muy Kill Bill, también un amigo me comentó que le recuerda a Judith con la cabeza de Holofernes. Un beso grande. Gracias por la visita.
Toma ya!, la venganza de caperucibill
muy bueno…
Muy chulo pero Wanda podía ser más perra, ¿qué hace tomando el té en casa de Spring? Caperucita la mejor. La freaky de spring da para otro capitulo.
Fantástica historia, me he muerto de la risa. Muy fan de Pinky y sus absurdeces… un spin off ya! Y la Wanda, ay la pobre, deberías echarle a la calle a ver si liga un buen macho. A Caperucitys espero no encontrármela que no me fio un pelo de ella… a saber lo que te puede cortar! Ja, ja, ja… Gracias porque preocuparte de que riamos.
Me alegro que te haya gustado. Al final la tía si que me salió heavy. Un beso
¡Pero si no paran de echar humo y beber cervezas! Estoy de acuerdo contigo: Spring puede dar mucho juego. Un besito
Yo también creo que en estos tiempos de tan sucia realidad es necesario reírse un poco asi que si lo he conseguido ¡estupendo! Un beso grande
Me parece que tu llamada de calle y esa pinta de mujer de cine negro por Malasaña ha hecho que los personajes virtuales reaccionaran e hicieran algo diferente. ¡Bien por ti y por ellas! 🙂 Además hoy es noche de San Juan, noche mágica donde todo puede suceder, no caigo aquí de casualidad, como otras veces.
¿Dónde es la foto de «Caperucity y el lobo»? ese estanque no sé, me suena a La Quinta de los Molinos, Fuente del Berro o algún parque conocido, es preciosa toda la composición, a pesar del cuchillo sangrante jajaja.
Bueno y Pinky Spring además de ser super flexible, tiene experiencias tan analógicas como jugar al ajedrez, muy intelectual ella XD.
Menos mal que has aclarado de quién era esa preciosa casa, me estaba corroyendo la intriga 😀
Besos :*
Me alegra que te haya gustado. El parque que se ve en la foto de Caperucity es una mezcla del Retiro con un almendro de la Quinta de los Molinos. Pinky Sprong hace como que juega a al ajedrez pero en el fondo sólo está atenta al wasshapp. Un besito y ¡cuidadito con el lobo!