PETER Y WENDY

julio 25th, 2010

 

Peter era un niño que no quería crecer (o no sabía). Cuando lo conoció, Wendy sólo tenía 12 años y quería vivir aventuras junto a él a cambio de jugar a interpretar a la madre que andaba buscando y contarle cuentos. Para Wendy Nunca Jamás se quedó en un sueño. Las leyes de la naturaleza y la vida siguieron su curso y, para Peter, a pesar de resistirse, también pasó el tiempo. ¿Qué fue de ellos?

 

 

 

 

PETER Y WENDY

(Video: 3’50)

  PETER Y WENDY (FOTOGRAFÍAS)   

 Una tarde el hada Campanilla se encontró a un niño perdido.

 

 Le contó que se llamaba Peter y que se había escapado de su casa porque le habían dicho que algún día tendría que ser mayor y él no quería.

Entonces el hada lo invitó a irse con ella a un lugar donde los niños nunca crecen.

Y así Peter, gracias al polvo de las alas del hada, voló junto a ella

al País de Nunca Jamás para unírse a los cachorros perdidos.

A veces Peter se escapaba a la ciudad para oír a las madres  contar cuentos

y así conoció a Wendy.

Le dijo: -!Hola, soy Peter !

Y la encandiló con el relato de sus aventuras.

Entonces Wendy decidió seguirlo para conocer su mundo.

A cambio haría como las madres y le contaría cuentos.

A Campanilla no le gustaba nada esta nueva amistad.

Sufría, y como era tan pequeña sólo le cabía un sentimiento:

Eliminar a Wendy.

Por eso antes de llegar a Nunca Jamás se adelantó a la pareja

para decirle a los cachorros perdidos que por orden de Peter debían acabar con esa Wendy pájaro

y ellos la obedecieron.

Después se arrepintieron

 y Peter mandó a Campanilla castigada unos días a la cárcel de las hadas.

Ya cuando se recuperó los cachorros perdidos decidieron que  Wendy fuera su madre.

Lo primero que quiso conocer de la isla fueron las sirenas.

Pero con ella fueron unas antipáticas.

Con Peter era distinto,

lo pasaban bien y las hacía reír.

En la isla también había piratas.

Su capitana se llamaba Jenny Hook

y era una jefa muy cruel.

En un duelo Peter le había cortado una mano y se la había dado de comer a un cocodrilo

que nunca consiguió olvidar su sabor y desde entonces la perseguía…

hasta en sus pesadillas.

Los otros habitantes  del lugar eran los Piccaninny,

una tribu de valientes indios cazadores,

y Tigridia era su princesa.

Un día Jenny Hook que estaba maquinando cómo vengarse de Peter

decidió raptarla

para provocarlo…

pero una vez más probó el sabor de la derrota.

 

Tigridia quería tener con Peter algo más que amistad…

pero él no sabía lo que quería decir eso,

así que mejor se esfumó.

Peter por las noches tenía miedos…

y esos eran los momentos que más necesitaba a Wendy.

Igual ella añoraba su hogar y decidió volver.

Cuando se separaron quedaron en que él iría a buscarla…

para la limpieza de primavera.

Ese día Wendy estaba muy contenta,

 

se lo iban a pasar muy bien

y le había preparado un pollo.

 Pero…

nunca apareció.

¿Qué había sido de él?

Aunque había hecho todo lo posible por evitarlo,

Peter se había hecho mayor.

Ya tenía sus averías, llevaba un ojo morado y unas cuantas puñaladas en el corazón.

Pero seguía pendiente de las estrellas, buscando el horizonte.

Wendy también se había hecho mayor…

y todavía…

de vez en cuando…

le gustaba volver…

al país de Nunca Jamás.

(Este relato está basado en la obra Peter Pan de J.M Barrie)

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One Response to “PETER Y WENDY”

  1. Sayonara dice:

    ¡Qué final más desazonador! ¡Snif!